Rev. chil. endocrinol. diabetes 2019; 2 (2)    Volver a Índice

 

Educación a Pacientes

Hipertiroidismo

 

La glándula tiroides está ubicada en la parte anterior del cuello por delante de la tráquea

Cuando crece es visible. Está constituida por dos lóbulos (derecho e izquierdo) cada uno del tamaño del pulpejo del dedo pulgar de la mano. La tiroides produce dos hormonas, la T4 (tiroxina) y la T3 (triyotironina) que controlan el manejo de la energía en el organismo, proceso conocido como “metabolismo”. La tiroides está bajo el control de otra glándula llamada hipófisis, ubicada dentro del cráneo la cual produce una hormona llamada TSH que estimula la función de la tiroides. De este modo, si sube la TSH aumenta la producción de T4 y T3. A la inversa, la falta de TSH hace que la tiroides disminuya la producción de T4 y T3.

 

¿Qué es el hipertiroidismo?

Es la condición en la cual la glándula tiroides trabaja aceleradamente y produce hormonas tiroideas en cantidad superior a las necesidades del organismo. Este exceso de T4 y T3 se manifestará a través de diversos síntomas y signos.

El hipertiroidismo es más común que aparezca en mujeres, especialmente en edades entre 20 y 40 años, pero también se presenta en otras edades, en el sexo masculino y aún en niños.

El hipertiroidismo, si no es tratado adecuadamente, puede constituir una enfermedad seria, con repercusiones en varias partes del organismo. Algunos de los sistemas afectados son:

  1. el corazón en el cual produce aumento de su frecuencia, eventualmente arritmias y síntomas coronarios, o insuficiencia cardíaca en personas predispuestas;
  2. el esqueleto, que pierde calcio y resistencia pudiendo llegar a la osteoporosis con el consiguiente riesgo de fracturas óseas;
  3. la musculatura, produciendo debilidad y falta de fuerzas;
  4. alteraciones del curso del embarazo con repercusiones para la madre y el niño.

¿Porque se genera el hipertiroidismo?

La causas son muchas, pero la más corriente es la enfermedad de Graves; ella se produce porque el sistema inmunológico del paciente produce un anticuerpo que ataca a la glándula tiroides, estimulándola a crecer y a aumentar su producción de hormonas tiroideas. Este anticuerpo se llama TRab y puede ser medido en la sangre. Este mismo anticuerpo puede atacar los ojos haciendo que ellos se inflamen especialmente en la parte posterior de la órbita, determinando que avancen hacia adelante, dando la imagen de ojos salidos.

La condición de tener este anticuerpo se puede heredar y así es frecuente que haya dentro de una misma familia varios pacientes con hipertiroidismo.

Otras causas menos frecuentes de hipertiroidismo son:

  1. nódulos de la tiroides, uno o varios, que se independizan del control y producen hormona tiroidea en exceso;
  2. inflamación del tiroides al ser atacado por un tipo de virus, lo que se llama tiroiditis subaguda;
  3. otras inflamaciones inducidas por otros anticuerpos lo que pueden ocurrir después del parto (tiroiditis post parto) o en otro momento tanto en mujeres u hombres (tiroiditis linfocítica).

Una forma de hipertiroidismo y que no es enfermedad espontánea, es la que se produce cuando la persona toma dosis altas de medicamentos que contienen hormonas tiroideas, sin control médico, como sucede con ciertos preparados usados para bajar de peso.

¿Cómo se diagnostica el hipertiroidismo?

Después del examen físico el médico le solicitará pruebas de sangre para medir las hormonas tiroideas T4 y T3 (que estarán altas) y la hormona TSH de la hipófisis que estará muy disminuida. Dependiendo del caso, se le podrá pedir la medición de TRab. También, si hay dudas que la enfermedad de Graves sea la causante del hipertiroidismo, se le pedirán otras pruebas como captación de yodo radioactivo, para medir la avidez que tiene la glándula por el yodo, un cintigrama para ver la forma como el yodo radioactivo se distribuye en la glándula (aspecto difuso o irregular) y otros que son de mayor especialización.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes del hipertiroidismo?

  1. Sensación de calor y aumento de la transpiración corporal, lo cual es notorio comparado con otras personas.
  2. Debilidad muscular y cansancio fácil con aquellos ejercicios que antes no constituían limitación.
  3. Temblor de las manos especialmente notorio en la motricidad fina. Palpitaciones cardíacas irregulares.
  4. Diarreas o deposiciones más frecuentes que lo habitual.
  5. Pérdida de peso a pesar de conservar un muy buen apetito.
  6. Irritabilidad, falta de concentración, ansiedad y pérdida del buen dormir.
  7. Alteraciones menstruales y dificultad para quedar embarazada.
  8. Aparición de cambios en los ojos.

¿Cómo se trata el hipertiroidismo?

El tratamiento dependerá de la causa que lo produce. También es importante considerar la edad, condición física, otras enfermedades y, en el caso de la mujer, un eventual embarazo.

Los tratamientos disponibles son:

  1. Medicamentos antitiroideos, que tienen el poder de frenar la producción de hormona por el tiroides. El más usado actualmente es el Metimazol, pero en mujeres embarazadas o lactantes debe preferirse el Propil tiouracilo. Estos medicamentos controlan el hipertiroidismo pero no lo curan; como único tratamiento deben ser usados por períodos superiores a un año.
  2. Yodo radioactivo. Debe ser ingerido por vía oral y lo que se pretende es quemar e inutilizar la glándula tiroides, de modo que no haya riesgo futuro de un nuevo episodio de hipertiroidismo. Como se trata de una destrucción permanente, la persona debe tomar diariamente hormona tiroidea (una dosis) durante toda su vida.
  3. Cirugía. La extirpación de la glándula tiroides mejora el hipertiroidismo al eliminar la fuente de producción de la hormona en exceso. Igualmente, el paciente deberá recibir hormona tiroidea (T4) como medicamento durante toda su vida.

Como medicamentos agregados se usa propranolol, atenolol, etc. que no influyen en los niveles de las hormonas tiroideas, pero hacen que aquellos síntomas más molestos se atenúen, tales como taquicardia, temblor, ansiedad, etc.

El tipo de tratamiento deberá ser discutido con su médico especialista, sopesando las ventajas y desventajas de cada opción.