No lo sabemos -todo lo que podemos decir en este punto es que los virus pueden mejorar o proteger de la diabetes en modelos animales, dependiendo de la gravedad de la infección. Las infecciones más severas, en especial de las células beta en sí potencian el desarrollo de la diabetes, mientras que las infecciones más leves protegen, probablemente por la re-formación o ajuste del sistema inmune sistémico. Los enterovirus se han encontrado en islotes humanos, pero sólo en la diabetes fulminante se ha demostrado claramente que tienen asociación con la patogénesis (y aún no probado).
La insulina oral actúa como una “vacuna” para activar el mantenimiento de lo propio y la tolerancia en las células reguladoras. Estas células que ven fragmentos de la molécula de insulina pueden ser reconocidas localmente en los ganglios linfáticos del páncreas y suprimir la inflamación que causa futura destrucción de células beta.
Lo más probable es que esto se deba a las influencias ambientales, por ejemplo, el mejoramiento de la higiene, el suministro de potable, etc. La menor frecuencia de infecciones también se traduce en un menor trabajo para el sistema inmunológico lo cual en algunos casos se puede traducir en reacciones más aberrantes como la autoinmunidad que conduce a la diabetes.
Hay algunas evidencias, sin embargo, estos factores por si solos es muy poco probable que pueda revertir la enfermedad.
Creo que las terapias basadas en antígenos específicos o vacunas (como la insulina por vía oral), ya que tienen pocos efectos secundarios y, posiblemente, se podrían dar a muchas personas durante un tiempo prolongado sin causar daño. Estas terapias podrían ser combinadas con tratamientos de corta duración para disminuir posibles efectos colaterales.